martes, 18 de enero de 2011

Las perlas del dire

De Pergolesi al plexo solar


Nuestro actual director, Joan Cantarell, tiene incontables virtudes. Pero una de las que más felicidad me causa son sus perlas.

De vez en cuando, no en cada ensayo, pero casi, nos regala una perla, algo hermoso, un maravilloso dato histórico, un comentario musical único, una analogía que nunca habíamos pensado, una observación inédita sobre la obra que estamos trabajando. Sé que tiene muchas reservadas; pero es como la gallina de los huevos de oro y hay que esperar pacientemente a que cada semana nos proporcione una.

Algunos días no toca perla, otras veces, con suerte, hay una.

Y hay días gloriosos en que caen dos, como hoy.

La primera perla ha sido durante el ensayo del Concertino de Ricciotti. Dice, “Sacad el Concertino de Pergolesi”. Todos nos hacemos un lío, sube el volumen de los murmullos, se caen carpetas, el viola de la segunda fila ayuda a la viola de la primera fila a recoger sus partituras del suelo, y al agacharse tira el atril del segundo violín que estaba detrás, en un típico efecto dómino.

Por fin queda claro, nos está pidiendo que saquemos el Concertino de Ricciotti. Pergolesi? Ricciotti? En qué quedamos, maestro?

- Alguien sabe cuántos años vivió Pergolesi?

Se oyen respuestas desde diferentes zonas, veinte!, dieciocho!, veintiocho! Veintidos!

- Vivió veintiséis años. –dice, mirándonos desde su tarima. – Estaba muy enfermo, tenía espina bífida, y en veintiséis años es imposible que escribiera toda la obra que se le atribuye. Pero dado el éxito que tuvo, todo el mundo “se apuntó al carro”.

Los allí presentes médicos no sabíamos que el tal Giovanni Battista de Pergolesi tuvo espina bídida, o al menos, no lo sabía yo. Significa eso que era paraplégico? Que tenía deformidades? Que tenía incontinencia de orina?

Nos cuenta el dire que las óperas napolitanas tenían tres actos, y que las óperas bufas tenían dos, que precisamente se intercalaban en los intermedios de las óperas “serias”.

Nos traslada a la época barroca en Nápoles. En los teatros se representaban las óperas durante todo el día, sin guardar un especial orden de representación, la gente no iba a seguir el argumento de la ópera ni a sufrir o a emocionarse con las desventuras de los personajes. Se lo sabían todo demasiado bien, formaba parte de la cultura popular.

Pasaban horas, a veces todo el día en la ópera y ni si quiera había asientos en platea, estaba de pie yendo de un sitio para otro, comiendo… Cuando algún cantante interesante hacía su aparición todos atendían para escuchar cómo interpretaba una obra concreta.

Las operas ni siquiera empezaban por el primer acto, no era necesario. En cambio la ópera bufa hacía la exposición de la trama en el primer intermedio, y el desenlace en el segundo. Así nació La Serva Padrona.

Dicho esto, nos ha pedido que hagamos “forte-piano” en unas entradas de compás, ha añadido varias modificaciones a los trinos que aparecen en la partitura, ha sugerido que enfaticemos más unas determinadas notas y menos otras, y al final del ensayo, una obra que nos parecía insulsa y un tanto aburrida, ha adquirido carácter y nos imaginábamos todos con peluca y tocando para la corte de Nápoles del settecento. La música ha cobrado vida.

Segunda perla: otras veces tiene que recurrir a otras estrategias para conseguir lo que quiere de nosotros. Ha sido hoy, un poco más tarde, durante el ensayo de las Melodías Elegiacas de Grieg. Teníamos una sección de bajos que no terminaba de sonar bien. Ha probado diciéndonos que nos imagináramos estar en Oslo o en Bergen, con el típico frío nórdico, pero sin embargo notáramos la calidez de la música. Luego ha intentado perfeccionar un acorde al final de un pasaje, en el que aparecía un sol en los violoncellos y el contrabajo. Es el sol que aparece al final de la página.

Al final ha conseguido el efecto deseado diciéndonos que no teníamos que tocar con el arco, (señalándose su propio plexo solar), sino con el estómago. El sol y el plexo solar. No ha hecho falta que nos lo repitiera más veces, la imagen es imborrable. Cuando lo hemos tocado bien, se ha sonreído.


5 comentarios:

  1. Nuestro director también nos cuenta curiosidades sobre la obra o el autor de lo que estamos ensayando :o) Y también recurre a imàgenes para conseguir que toquemos como el quiere...
    No, si ya decía yo que aquí iba a encontrar cosas parecidas a lo que ocurre en la orquestra donde toco.
    Un abrazo

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  2. fra miquel, de hecho a veces, además de emplear imágenes tiene que gesticular y gritar, pero al final lo acaba consiguiendo... :-)

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  3. Como mis niveles de conocimiento musical son paupérrimos voy a arriesgarme a molestarte pidiéndote un consejo:

    mi esposa y yo estamos embarazados de casi 8 meses. Yo le pongo cuando puedo la banda sonora de la peli' "Shine", donde Rush, quien interpreta a David Helfgott se manda con la Hungarian Rhapsody y temas de Sergéi Rajmáninov. Pero solamente piano, ¿habrá alguna música especial para que escuche un bebé? ¿Me recomendarías alguna pieza?

    Disculpa la confianza en preguntarte,

    Manolo.

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  4. Manigna, qué alegría. Eso dicen, que es bueno que los niños escuchen música, yo creo que sobre todo para que amen la música durante sus vidas. No soy quien para aconsejarte sobre piezas musicales. Lo que te recomiendo es que suene a menudo en su presencia la música que os emociona a vosotros, como bien lo son esas obras que me has mencionado. Quizás todavía más importante es que tú, y sobre todo su madre, le cante mucho cada día con una voz entonada y dulce, sólo a él (o a ella). Yo lo hice mucho con mi hija y después con mi sobrina.
    En fin. Mañana damos un concierto en Barcelona. Tocaremos una obra hermosísima para orquesta de cuerdas, de Grieg llamada "Dos melodías", la opus 53. La segunda de las melodías, "Primer encuentro" se llama, se la voy a dedicar a tu bebé desde mi rinconcito con mi violonchelo.
    Y no olvides comentar algo cuando nazca! Un abrazo!

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  5. ¡Qué linda! ¡Gracias! Sofía se alegrará desde la barriguita. Ojalá y suban vídeos a youtube, estaba buscando y no encontré. Por otro lado, encontré un vídeo en esa misma página -de una orquesta pequeñita- de lo que interpretarán: hermoso.

    Gracias por el detalle,

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