miércoles, 9 de febrero de 2011

De Noruega a Darmstadt pasando por Catalunya

Los compositores proyectamos lo infinito en lo finito. Edvard Grieg. Del libro de Arthur M. Abell, "Talks with Great Composers"


He tardado un poco más de lo habitual en actualizar el blog, pero no por falta de novedades ni de proyectos, qué va. Como orquesta tenemos una serie de obras de repertorio, pero también nos gusta aventurarnos y abarcar nuevas piezas. Desde hace un mes estamos preparando a conciencia cuatro danzas de Edvard Grieg, que van cobrando color y carácter día a día. Se trata de Melodías Elegíacas I y II (La I se llama nada menos que “corazón herido”), y para “desengrasar”, Dos Melodías “A la Noruega” y “Primer Encuentro”. Bien dirigidas son hermosas, y creo que al final el maestro Joan Cantarell se saldrá con la suya.

El “estreno” será el próximo 20 de Marzo en Caldes de Montbui. También presentaremos una obra de repertorio, el Concierto para Oboe en re menor, de Alessandro Marcello, con nuestro Pedro Zacarías como solista. Pedro toca a la perfección el violín, la viola y el oboe, y en este caso nos deleitará con sus habilidades en este último. Alessandro Marcello, por cierto, era hermano del Benedetto Marcello, de quien los violonchelistas solemos tocar algunas sonatas. En cuanto a la obra de Alessandro, en mi particella pone “Violoncello o Viola da Gamba”, como curiosidad.

Hay que decir que en nuestra orquesta hay gente realmente buena que toca indistintamente violín o viola, además de un tercer o cuarto instrumento. En épocas en que vamos “cortos” de violas, como suele ocurrir en muchas orquestas amateur, me imagino, algunos de los violinistas se ofrecen para ser violas. También ocurre en el caso de que toquemos obras en que las violas se desdoblen tanto que no nos alcanza con cuatro o cinco como es el caso de la Fantasía de Vaughan Williams.

Otro ejemplo es Domènec, uno de los integrantes más veteranos de la orquesta. Domènec, gracias a su ubicuidad y a su capacidad de organización, por su don de gentes y simpatía, es el que nos ha proporcionado muchísimos “bolos”, como es el caso del próximo concierto en Caldes de Montbui, donde hemos actuado en varias ocasiones gracias a él.


No hay nada como ser de pueblo. Domènec es un amante de la música y del arte, inquieto y curioso, orgulloso de sus raíces y feliz de buscar siempre amigos cerca de casa y lejos de ella. Viene cada martes desde Caldes, donde vive, que por cierto está a más de 33 kilómetros, pero siempre es de los primeros en llegar a todas partes. Cuando hace buen tiempo también viene con él Tina, su chica de ojos azules, con quien lleva casado desde que tenía poco más de veinte años.

En la orquesta es muy querido por nosotros, los violonchelistas, y cuando tiene problemas con sus amigos violas, nosotros lo protegemos, como puede verse en esta foto:


En Caldes, Domènec es toda una institución, publicando artículos de opinión en la prensa local, difundiendo el arte de su tierra, y viajando cada año a Alemania donde ha promovido la hermandad de su población con la ciudad de Taunusstein, cerca de Wiesbaden. Aquí, a la izquierda Caldes y a la Derecha Taunusstein.



Siempre lo encontraréis en la escuela de música Joan Valls, estudiando su instrumento o preparando festivales conmemorativos de todo tipo, como éste.

Pero todo esto no tendría ningún sentido sino añadiera lo más importante: que Domènec es un ser humano espectacular, y una de las personas que más me alegra ver cuando llego a los ensayos. Espero que no se enfade si añado esta foto que nos hicimos con su móvil hace un par de años al terminar un concierto.

Nada más por hoy. Pero seguiré, pues tenemos montones de anécdotas que contar, nuevas "perlas del dire", personajes a los que presentar y aún quedará tiempo para alguna reflexión que tengo preparada sobre el espíritu romántico!.

Gracias a Kim por la cita del libro de Abell.

3 comentarios:

  1. Pues debes tener razón en lo de las violas. Nosotros sólo tenemos una. Y llegó a la orquesta en éste curso. Después de dos años buscando, ya creíamos que no existían, por lo que a su llegada recibió una fuerte ovación ;o)
    Estuve unos años trabajando cerca de Caldes. En Torre Marimón. Ya me gustaría venir a escucharos, pero no se si podrá ser :o/
    De momento sigo leyendo tus escritos
    Una abraçada

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  2. Si vuestra viola se aburre los martes por la noche, ya sabe dónde tiene que dirigirse...!;-)
    Me encantaría que asistieras. Cuando me enere de la hora y el lugar exacto, lo publicaré. Lo mismo digo de vuestra orquesta, me encantaría asistir a un concierto! Una abraçada.

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  3. Estaré al lloro del lloc i hora del concert ;o)
    No creo que nuestra viola se aburra. También es médico y no puede venir a todos los ensayos (los jueves) Las guárdias...ya sabes...
    Abraçada

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